
Las redes de área local (LAN, por sus siglas en inglés) tienen varias características destacadas
que las hacen útiles y eficientes para la comunicación y el intercambio de datos en entornos
limitados, como oficinas, hogares o pequeñas empresas. Algunas de sus características son:
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Cobertura geográfica limitada: Las LAN abarcan un área geográfica reducida, como un
edificio o un campus, lo que permite una alta velocidad de transferencia de datos.
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Alta velocidad: Las LAN suelen ofrecer velocidades de transmisión de datos muy altas,
que pueden variar desde unos pocos megabits por segundo (Mbps) hasta varios gigabits por
segundo (Gbps).
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Control centralizado: En muchas LAN, hay un servidor central que gestiona los
recursos de la red, la seguridad, y las políticas de acceso.
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Coste eficiente: Debido a su tamaño limitado, las LAN suelen ser más económicas de
instalar y mantener en comparación con redes de área amplia (WAN).
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Seguridad mejorada: Al estar confinadas a una ubicación específica, las LAN pueden
implementarse con medidas de seguridad avanzadas, como firewalls y sistemas de detección de
intrusiones.
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Topologías variadas: Las LAN pueden configurarse en diferentes topologías (estrella,
bus, anillo, malla, etc.), lo que ofrece flexibilidad en el diseño y configuración de la
red.
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Conexión directa y fiable: La conexión entre los dispositivos en una LAN es
generalmente directa y confiable, lo que reduce la latencia y mejora la calidad de la
comunicación.
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Compartición de recursos: Los usuarios pueden compartir recursos como archivos,
impresoras, y acceso a internet de manera eficiente y rápida.
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Escalabilidad limitada: Aunque las LAN son muy eficientes, su escalabilidad está
limitada a la extensión del área geográfica que cubren.